Juan López Torres era un líder sindicalista de la comuna de Vallenar, viniendo de un origen muy humilde fue capaz de ganar mérito y ser visto como el principal referente del Partido Comunista en esta ciudad, lo que le permitió presentarse y ganar las elecciones como alcalde de la comuna en 1970.
Posteriormente a los días del golpe Juan López, al igual que otros militantes de la época que estaban siendo perseguidos por bandos militares, trataron de cruzar la cordillera para irse a Argentina, pero no fue posible.
En manos de las fuerzas policiales que lo perseguían desde hace ya varios meses, una patrulla de carabineros que lo ubica en territorios de la mina La Restauradora lo asesina el 14 de diciembre de 1973. A él lo mataron cerca de las 17:00 horas y lo entierran en el cementerio de Huasco Bajo en la madrugada del 15 de diciembre.
Testimonio del Hijo de Juan López
Historias de Lucha
ORGANIZACIÓN VECINAL
Los movimientos de resistencia en Vallenar se organizaban desde la periferia al centro. Esto, debido a que en Vallenar las poblaciones eran territorios populares donde la oposición a la dictadura era parte del día a día, la represión era combatida netamente con organización y solidaridad. Las jornadas de protestas se organizaban estratégicamente fuera de las parroquias y no dentro, el hecho de organizar resistencia en sectores populares daba la oportunidad de que la misma gente se sumara de manera automática. Era fácil e importante organizar estos eventos en ese territorio ya que era mas seguro ante la represión, los mismos vecinos se prestaban apoyo entre sí.
La organización vecinal en Vallenar fue tan importante y masiva que llegó a jugar un rol fundamental incluso en grandes operativos, como el desembarco de armas de Carrizal, de manera estratégica y clandestina se utilizaban casas fachadas y subterráneos para esconder y albergar personas
DESEMBARCO DE ARMAS CARRIZAL
En la zona costera, tenemos el caso Carrizal, lugar donde los servicios de seguridad descubrieron un desembarco de armas de parte del Frente Patriótico Manuel Rodríguez en el año 1986; las personas de la zona observaron que un año antes se iniciaron operaciones desde diferentes lugares cercanos entre sí, por un lado, en una casa arrendada en Vallenar, por otro en el subterráneo de una propiedad en Huasco, también se construyó un barretín para guardar provisoriamente las armas e instruir a participantes y un segundo barretín junto a la carretera, bajo la posada “Árbol de Marañón”. El 12 de agosto de 1986 aparece la primera información en la prensa, indicando que se había encontrado un arsenal y que las armas habían sido ingresadas por extremistas ilícitamente al país, con ayuda de otros que ya operaban en la zona. El armamento fue entregado por barcos en aguas extranjeras y trasladados por botes a caletas en Huasco. Se incautaron según el matutino centenar de fusiles norteamericanos M-15 y M-16, “posiblemente” trasladados de Vietnam y con munición soviética. También se da cuenta de lanzacohetes y material TNT.